miércoles, 24 de septiembre de 2014

TENGO DERECHO A LLORAR

Tengo derecho a gritar,
a sentir esta rabia vibrando
en el centro de mi alma
mientras suplico no llorar,
no volar para caerme
al mirar al cielo soñando...

Tengo derecho a pensar,
a ser humana y rendirme,
a detener el tiempo un segundo
y desgarrar mi garganta
con el gemido del cansancio
por este paso que me hiere...

Tengo derecho a dudar,
a no creerte, a no creerme,
a dejar mis lágrima brotar,
a escapar de este mundo
que no me pertenece,
que me daña y me ensombrece...



Tengo derecho a necesitar
que me tiendan la mano
y me levanten con amor,
me ayuden como lo hago
muchas veces también yo,
porque mis alas se rompen...

La esperanza a veces se pierde...

Tengo derecho a buscarla,
a nadar en mis miedos,
en mis desconsuelos,
en la tristeza y la añoranza,
para hallarla y mantenerla
en mi corazón, aun sin poseerla...

Tengo derecho a implorar,
a manifestar que una piedra
al tocar mi alma a veces
haga sangrar mi inocencia
y me salpique toda entera
de la sombra, y me derrumbe...

Tengo derecho a desear marcharme,
escapar de aquí, no quiero quedarme...

Cierro mis ojos y miro de verdad,
sé que no soy este esperpento,
pero hoy sólo quiero llorar
para matar lo que estoy sintiendo...

Cubro mis llagas con sal,
sé que eso no es correcto
pero ya no puedo más...
sólo deseo dormirme
y despertar en un mundo perfecto...

Arael Líntley

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