jueves, 1 de septiembre de 2016

CUANDO ME MIRAS

Y cuando tus ojos se posaron en los míos, mi luna se desdibujó y un eclipse provocado por tu luz absorvió todos los miedos que siempre había guardado en el cofre de la desesperanza...

Ahora que anochece y que mi corazón se agita, que te busca incesante para abrazarte y dormirme escuchando cómo respiras, notando cómo tu cuerpo me cobija, sé que estás ahí, que siempre has estado, que nada puede separar de mi espíritu tu esencia, porque éste desprende tu aroma, porque tú emanas mi fragancia, porque mis besos llevan tu nombre, porque mis manos sólo acarician tu piel, porque mi cuerpo sólo se funde en el tuyo, porque en mi cielo brillan todas las estrellas para ti, para iluminarte, para que sonrías...

 Y es que tu sonrisa es el paraíso de mis sueños, tu voz es la suave brisa que cautiva al canto de mis melodías no nacidas, pendientes de vestirse de tu calma, para convertirse en música interpretada por tu alma, por tu presencia divina...

Siendo sólo humanos, percibo la suavidad de tus alas que se posan lentamente sobre las mías, porque este amor se desata de lo mundano, y nos convierte en dos ángeles que se aman en el infinito universo donde amarnos es lo más sagrado...


Si intentara definir cuánto te amo, o  de qué manera lo hago, sólo podría decir que amarte es la vida misma, eterna, amarte es vivirla, amarte es sentir que la magia es mucho más sublime cuando tú la miras, amarte es estar desnuda y no sentir pudor porque ante ti no necesito estar vestida, ni de atuendos que me escondan, ni de vestidos que te engañen, yo soy tu belleza y tu verdad despierta y tranquila, soy tu poesía, tu latido perpetuo, tu vida en mi vida...

Así que, eclipsa mis sombras, te lo ruego, así como tú lo haces, sólo con tu mirada perdida en la mía...


Arael Elama....

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